Tratamientos de agua

El conjunto de operaciones unitarias de tipo físico-químico y/o biológico que tienen como objetivo la eliminación total o parcial de la contaminación y características no deseables de las aguas recibe el nombre de tratamientos de agua.

El proceso tiene como fin último conseguir unas aguas con las características deseadas en cada caso. Así, el tratamiento de aguas seguirá unas etapas diferentes en función del tipo de agua de partida y de las propiedades que se desean en las aguas de destino.

Al conjunto de estructuras donde se trata el agua para volverla apta para el consumo humano se le llama ETAP (estación de tratamiento de agua potable).

En IDESA somos una empresa especializada en los tratamientos específicos de agua. Desarrollamos técnicas aplicadas como dosificación, cloración, ósmosis inversa, filtración, descalcificación, ozono, tratamientos con productos químicos y tratamientos específicos frente a la legionella, entre otros.

La técnica de dosificación es empleada para la medición de los procesos químicos. Así, una dosificación óptima de los productos químicos se ajusta de forma precisa al nivel de contaminación o a los parámetros del proceso establecidos. Cualquier desviación de ese valor óptimo conlleva el exceso de consumo de sustancias químicas con el correspondiente deterioro en la calidad del proceso.

Si una planta de tratamiento de aguas quiere garantizar un rendimiento óptimo, debe de contar con unos sistemas de dosificación que funcionen a la perfección.

En IDESA calculamos esos sistemas de dosificación que posteriormente instalamos en las plantas de tratamiento de aguas (tanto potables como residuales). Por lo general los sistemas de dosificación están formados por la bomba de dosificación, el panel de dosificación y el equipo de medición del estado del agua.

Los sistemas de dosificación más comunes que encontramos en éstas plantas son para dosificar coagulantes, oxidantes, sustancias químicas para el ajuste del pH, control de sabor y olor, desinfectantes y fluoruro, entre otros.

Cloración o desinfección es el nombre que recibe el procedimiento de desinfección del agua más usado.

Consiste en la inyección de cloro que permite destruir los microorganismos y las bacterias patógenas que se encuentren presentes en el agua. Es el proceso más sencillo y barato de esterilización y consigue desinfectar el agua, previene de las contaminaciones en las redes de distribución y a su vez sirve como indicador de calidad (asegura la calidad sanitaria).

La inyección del cloro se produce a través de los dosificadores automáticos, que evitan que se sobrepase el punto crítico de cloración, a partir del cual la cantidad de cloro que hay presente en el agua es tal que pasa a ser dañina para la salud.

En IDESA realizamos tratamientos de cloración (o decloración, según el caso) en multitud de instalaciones. Tenemos amplia experiencia y un gran éxito en la integración de los distintos sistemas de cloración automática, desarrollando la solución más eficiente para las necesidades de cada cliente.

Al poner en contacto dos soluciones de distinta concentración a través de una membrana semipermeable, el agua pura fluye desde la solución más diluida a la más concentrada hasta igual ambas concentraciones. Este fenómeno natural se denomina ósmosis. Gracias a la observación de éste fenómeno, se consiguió invertirlo aplicando una presión igual o superior a la osmótica en el lado de la solución más concentrada, de modo que el agua ahora circula en sentido inverso y el fenómeno recibe el nombre de ósmosis inversa.

A grandes rasgos, el tratamiento de ósmosis inversa es un proceso físico de suspensión de los elementos sólidos en los líquidos. Lleva a cabo una desalinización absoluta y la eliminación de bacterias, sabor y olor en el agua, preservando su calidad.

En IDESA instalamos máquinas de ósmosis inversa para las viviendas. Nuestra amplia experiencia en el tratamiento de aguas nos permite garantizar a nuestros clientes el sistema de ósmosis más óptimo para su vivienda. Así, adecuamos nuestros productos y servicios a las necesidades específicas de cada cliente, ofreciendo la mejor relación calidad-precio del mercado.

Una de las aplicaciones más habituales en todo proceso de tratamiento de aguas es el control de pH. Es indispensable no solo como proceso independiente sino porque de él también dependen otros procesos. Por ejemplo en un proceso químico con coagulantes y floculantes para que éstos puedan actuar dando los mejores resultados es necesario que el pH se encuentre en unos valores determinados, por lo que durante el proceso se pueden dar varios procesos de control de pH y obviamente habrá un último control de pH al final de todo el tratamiento del agua.

Hay dos tipos de estructuras para el control del pH. Una es el manejo en línea, donde se produce una circulación continua de agua, y la otra es por tipo ?batch?, que se trata de volúmenes limitados de tanques que se llenan de agua para realizar el proceso y tras este se vacían y vuelven a llenar, repitiendo el proceso. La elección de una u otra estructura depende del tipo de industria de que se trate y el volumen de agua que ésta mueve por periodo de tiempo.

En IDESA realizamos un estudio exhaustivo de las necesidades de nuestros clientes, eligiendo los reactivos más adecuados (generalmente se emplea sosa y ácido clorhídrico) en función del rango de pH que se precise así como la selección del tipo de estructura más conveniente. Realizamos la instalación de toda la maquinaria que se precise, garantizando el funcionamiento óptimo del conjunto del sistema.

El proceso de filtración del agua puede definirse como todo proceso mediante el cual se separan los sólidos en suspensión en el seno del líquido cuando éste pasa por un filtro o tamiz, reteniéndose las partes de mayor tamaño y filtrándose aquellas más pequeñas.

Existen diferentes sistemas de filtración del agua. Así los de filtrado convencional, directo, lento de arena y de tierra diatomácea presentan un buen resultado pues eliminan la mayoría de protozoos, bacterias y virus. Los filtros de bolsa y cartucho tienen peores resultados al no eliminar ni virus ni bacterias (sólo unas pocas de éstas).

La microfiltración es un proceso de filtración que emplea un filtro con poros del tamaño de los micrómetros. Los filtros tienen la ventaja de retener bacterias y parte de la contaminación viral. La microfiltración se suele usar como tratamiento previo a otro proceso más fino como puede ser la ósmosis inversa.

Con el objetivo de reducir la cantidad de sólidos en suspensión y para lograr la mejora del rendimiento en las etapas sucesivas de un proceso de acomodación del efluente, en IDESA aplicamos los sistemas de filtración y microfiltración a todo proceso de tratamiento de agua.

Contamos con un amplio catálogo de filtros de la mejor calidad y de distintos materiales que nos permite adaptarnos a las necesidades de cada cliente.

La cloración salina es un sistema que permite fabricar el cloro necesario para la desinfección a partir de una solución salina del agua.

El funcionamiento se basa en hacer pasar agua ligeramente salada por unas láminas de electrodos, lo que produce una pequeña corriente eléctrica (electrólisis). La sal se convierte entonces en un desinfectante activo (hipoclorito de sodio) que es capaz de destruir bacterias, hongos y algas. El desinfectante activo se reconvierte en sal sin pérdidas de agua, renovándose así el ciclo.

En IDESA apostamos por la cloración salina pues al tratarse de un proceso automático supone un importante ahorro tanto de tiempo como de dinero, además de conseguir una desinfección más eficiente y segura y una mayor calidad del agua.

Como empresa comprometida con el medio ambiente, la cloración salina resulta una solución de alto respeto y protección medioambiental al no emplear elementos contaminantes, tratándose por tanto de una energía limpia.

Así, nosotros recomendamos el uso de la cloración salina sobre todo para el uso privado, por tratarse de un sistema cómodo para el cliente, al no tener que controlar el proceso ni tener que tratar con productos químicos.

La ozonización es una buena alternativa a la cloración, es ampliamente utilizada en el tratamiento de aguas (potables y/o residuales), tratándose de un proceso de acción más rápida y potente. Durante la potabilización del agua, el ozono puede aplicarse en las diferentes etapas, según las necesidades y requerimientos del cliente. El ozono no solo desinfecta, sino que también elimina numerosas sustancias tanto orgánicas como inorgánicas que producen olor, color, sabor y turbidez en el agua.

Los equipos generadores de ozono con los que contamos en IDESA forman una corriente de ozono por medio del oxígeno del aire que es inyectada en el agua a tratar. No sólo usamos el ozono en el tratamiento de aguas residuales o para la eliminación de olores, sino que en IDESA, conscientes de las magníficas características y propiedades de la ozonización, aplicamos ésta en tratamiento de piscinas, spas, acuarios, en instalaciones de fabricación de hielo, torres de refrigeración, instalaciones para lavado y desinfección de botellas, instalaciones de procesos de alimentación y conservación de alimentos tales como frutas y hortalizas, etc.

Los rayos ultravioletas UV-C constituyen hoy día uno de los mejores métodos para la desinfección del agua, garantizando la eliminación de más del 99.9% de los agentes patógenos. Para conseguir esta eficiencia es imprescindible que los procesos previos del agua hayan eliminado casi la totalidad de la turbidez de la misma.

Se trata de un proceso físico que neutraliza los microorganismos instantáneamente cuando pasan a través de las lámparas ultravioleta que se encuentran sumergidas en el efluente. El proceso no añade nada al agua, sólo luz UV, luego no modifica la composición química.

Éstas lámparas UV constan de una fotocélula que comprueba que estén encendidas. Si alguna lámpara se funde, la fotocélula hace saltar una alarma y deja de circular agua, pues ya no se estaría realizando una correcta desinfección. En caso de que el fallo se produjese porque la fotocélula se estropease, saltaría una alarma de avería.

En IDESA apostamos por la desinfección ultravioleta por tratarse de uno de los métodos más eficientes, económicos y seguros de la actualidad. Nos gusta destacar que este tipo de desinfección no tiene ningún efecto residual, cumpliendo con nuestro compromiso de mantener un equilibrio entre la necesidad de una desinfección eficaz y la protección del medio ambiente.

En el proceso de tratamiento de aguas residuales el tratamiento químico es parte fundamental del proceso. A su vez, los productos químicos son empleados en casi la totalidad de las plantas de tratamiento con el fin de conseguir una alta cantidad del efluente así como para garantizar unas condiciones óptimas para la actividad bacteriana.

El equipo humano altamente cualificado con el que contamos en IDESA se encarga de realizar un estudio detallado y minucioso para determinar las características de efluente. Con los resultados arrojados por los análisis diseñamos cada uno de los sistemas con los que debe contar la totalidad del proceso. Así por ejemplo, debido a las propiedades agresivas de la mayoría de los productos químicos, en la mayoría de casos será necesario instalar diferentes estaciones dosificadoras, mezcladores, reguladores del pH, entre otros.

Gracias a los conocimientos técnicos específicos de nuestro personal y a nuestra dilatada experiencia y especialización en el campo del tratamiento de aguas, podemos garantizar a nuestros clientes sistemas altamente competitivos y con la mejor relación calidad-precio del mercado.

Además en IDESA no sólo diseñamos, instalamos y realizamos la puesta a punto del sistema, sino que también nos encargamos del mantenimiento que todo este tipo de instalaciones requieran, desde suministro de repuestos hasta un mantenimiento rutinario.

Para realizar cualquier tratamiento de agua es necesario un análisis previo que determine las características del efluente con el objeto de ver los mecanismos más apropiados a aplicar según los fines últimos para los que esa agua esté destinada.

De entre los análisis más comunes que se realizan se encuentran los exámenes físicos como son de color, olor, sabor, determinación de pH, amonio, nitritos, nitratos y cloruros.

En IDESA no solamente analizamos esos parámetros del agua, sino que también realizamos análisis bacteriológicos (en busca de bacterias como la salmonella), análisis de la dureza cálcica, magnésica, carbonatada, entre otros. Sabemos adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes, realizando los análisis más convenientes para cada caso.